El entrenamiento de un perro es una tarea fundamental que tiene todo dueño. Son muchos los propietarios que piensan que un perro sólo necesita lo básico y luego, se sorprenden cuando empiezan a tener problemas. Cuando un perro se hace mayor, es más difícil cambiar su comportamiento y aún más, tratar de entrenarlo para eliminar todo aquello que hasta ahora le habían permitido hacer. Cuando el perro se confunde y es obstinado, el propietario se molesta. Un perro se comporta de acuerdo a como su dueño le permite ser. Un perro bien disciplinado es un perro feliz. Nada hace más feliz a un perro que saber que está agradando a su amo. Cuando una mascota está haciendo lo que se espera de ella, su dueño se sentirá feliz, ella puede sentirlo y se sentirá muy complacida también.
Uno de los primeros y más importantes pasos para que tu Airedale tenga una buena formación es la socialización. Tu mascota necesita ser socializada con las personas y otros animales desde su primer día en la casa. Este perro tiene tendencia a ser agresivo con otros perros, por lo que el entrenamiento es fundamental. Aunque puedes pensar que esto es algo que puedes manejar cuando se presente la situación, es un problema muy difícil de corregir cuando el perro se ha desarrollado completamente. El entrenamiento de un perro (o cachorro) no es muy diferente al de criar y disciplinar a un niño. Hay reglas que se deben establecer y seguir en todo momento. La consistencia es la clave para una buena formación. Los perros aprenden rápidamente como, cuando y con quién pueden salirse con la suya.
Conozco un caso de una persona que tenía un pastor alemán al que le gustaba saltarle encima cuando llegaba a la casa. Cuando el perro era un cachorro, esto era recibido como una muestra de afecto y gratitud, pero, cuando el perro creció, el dueño se dio cuenta de que era demasiado y decidió corregir tal comportamiento. Claro está que el perro no lo tomó como se esperaba. El perro estaba confundido ya que había estado saltando durante más de 3 años sobre su dueño y de repente, se suponía que no podía seguir haciéndolo. No dejes que esto te suceda con tu Airedale. Existen ciertas normas disciplinarias por mala conducta (saltar sobre las personas es siempre un mal comportamiento) que tienen que ser cumplidas. Si es posible, inscribe a tu perro en un curso de obediencia básica y ambos serán más felices.
El Airedale necesita mucha paciencia en su formación. Este perro no responde bien a las palabras duras como parte de la formación y se esfuerza mucho por hacer felices a sus propietarios, por lo que necesita saber que quieren de él y como pago, recibir alabanzas cuando coopera. Se trata de un perro muy activo, por lo que puedes llevarlo a dar un paseo antes de comenzar con el entrenamiento. No se trata de tener un perro totalmente cansado, sino de reprimir un poco esa energía acumulada para que esté más relajado.
El Airedale es un perro terco, lo que puede hacer que el entrenamiento sea un poco más difícil, razón de más para que estés siempre a su lado. Mantén a tu perro motivado y no permitas que se aburra. Una vez que domine un determinado comando, elógialo y pasa al siguiente. No lo aburras repitiendo algo que ya dominó, aunque estés emocionado y siempre termina la sesión con un elogio.